Cuando la limosna es mucha, hasta el santo desconfía.

Cuando la limosna es mucha, hasta el santo desconfía.

Así dice un refrán mexicano, que nos invita a desconfiar de las dádivas desproporcionadas.

En ciberseguridad, este refrán aplica como anillo al dedo. Muchos fraudes cibernéticos funcionan porque generan en sus víctimas la ilusión de ganarse un gran premio con muy poco esfuerzo.

Entre estos, se encuentra la Estafa Nigeriana la cual aún sigue generando problemas aun cuando está siendo usada desde hace décadas. Similarmente en la actualidad se ha visto una proliferación de ofertas de trabajo que llegan vía WhatsApp en la que nos invitan a ganar sueldos muy atractivos solo a cambio de dar likes o clicks en algunos videos o enlaces. Estas invitaciones se hacen para ganar la confianza de la víctima y posteriormente solicitarte su información financiera con el objetivo de robar su identidad o realizar un fraude

Aunque se usa la tecnología para estos fraudes, su factor de éxito está en aprovecharse de la ilusión o ambición de las personas generándoles el interés de una ganancia rápida sin esfuerzo.

Si alguien te ofrece una oferta, premio o un servicio gratis, recházalo. Eventualmente lo pagarás con tus datos, el robo de tu identidad, el secuestro de tu PC o inclusive la pérdida de tus ahorros.

Evita cualquier oferta demasiado buena, desconfía de los premios fáciles.

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